Arantza y Ginio unieron dos tradiciones que corrían fuerte, como el Pisueña, por sus venas.
Se podría decir que una parte de México y otra de la Cantabria más tradicional se encontraban con el amor como aliado. La ilustre y señorial villa de Villacarriedo arropó el enlace en la iglesia de los escolapios. El resto de la fiesta se trasladó a la preciosa Finca San Juan de Castañeda
Todo perfectamente organizado por Vanessa Abascal
Para esta ocasión contamos con el buen hacer tras las lentes de Yulia Ignatova
Felicidades chicos!